Skip links

Día Mundial Contra la Rabia

Por: Subdirección de Educación Continua del Área de la Salud

La rabia es una enfermedad viral zoonótica que afecta al sistema nervioso y que se puede prevenir con la administración de una vacuna. En el 99% de los casos, la transmisión al ser humano se produce a partir de un animal infectado.

Cualquier mamífero puede contraer rabia, pero los animales más afectados son los salvajes como murciélagos, mapaches, zorrillos y zorros. Sin embargo, los perros son la principal fuente de muertes por rabia en humanos, contribuyendo al 99% de todas las transmisiones de esta enfermedad, según información del Instituto de Salud para el Bienestar y el Gobierno de México.

Fuente: Freepik

En las Américas, según datos recientes de la OMS, la rabia transmitida por perros está prácticamente bajo control, mientras que los murciélagos hematófagos son ahora la principal fuente de rabia humana. La rabia transmitida por murciélagos se está convirtiendo en una amenaza para la salud pública en Australia y algunas partes de Europa occidental.

La rabia está presente en todos los continentes y afecta a más de 150 países. A nivel mundial, es responsable de cerca de 60,000 muertes humanas anualmente.

La vía de propagación tanto a personas como a animales es la saliva, que entra en contacto a través de mordeduras, arañazos o el contacto directo con mucosas (ojos, boca o heridas abiertas). Una vez que aparecen los síntomas clínicos, la enfermedad es mortal en casi todos los casos.

Diagnóstico

Por el momento, la OMS no ha aprobado métodos que permitan diagnosticar la rabia antes de la fase clínica. Es difícil hacer un diagnóstico clínico cuando no se sabe si la persona ha estado en contacto con un animal rabioso o cuando no hay síntomas específicos como hidrofobia o aerofobia. Por ello, es fundamental evaluar con precisión el riesgo para decidir si se debe administrar profilaxis postexposición.

Una vez que aparecen los síntomas y la muerte es inevitable, se recomienda ofrecer cuidados paliativos y compasivos.

La rabia en el ser humano se puede confirmar en vida o mediante una autopsia usando distintas técnicas para detectar virus enteros, antígenos víricos o ácidos nucleicos del virus en los tejidos infectados (encéfalo, piel o saliva). Siempre que sea posible, se debe examinar al animal responsable de la mordedura.

Fuente: Freepik

El Día Mundial contra la Rabia es una oportunidad para concienciar sobre la importancia de su erradicación ya que, al no tener cura en los animales una vez infectados, se convierte en una de las enfermedades más mortíferas, con graves repercusiones económicas en el sector pecuario y en la salud pública.

Se estima que la rabia cuesta en todo el mundo unos 8,600 millones de dólares estadounidenses al año, teniendo en cuenta las muertes, la pérdida de medios de subsistencia, el coste de la atención médica y los gastos asociados. Además, es importante considerar los traumas psicológicos que ocasiona, cuyo coste es incalculable.

Referencias:

Fuente: Freepik