Día Mundial de la Salud Sexual
Por: Subdirección de Educación Continua del Área de la Salud
La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
La salud sexual y la salud reproductiva son derechos humanos relacionados con el libre ejercicio de la sexualidad, el placer físico y emocional, la libre orientación sexual, la elección del número de hijos (as), la protección y cuidados obstétricos, entre otros aspectos. Instrumentos internacionales consolidados en materia de derechos humanos relacionados con el derecho a disfrutar del grado máximo de salud se aplican también a la salud sexual y reproductiva ya que son elementos fundamentales para el desarrollo integral de las personas, las parejas y las familias.
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Tradicionalmente, el abordaje de la salud sexual, se ha centrado en una visión limitada del concepto de sexualidad. Es necesario, por tanto, observar la sexualidad desde una perspectiva más amplia, que permita abarcar los aspectos relevantes de la salud sexual de los jóvenes, las distintas dimensiones involucradas, y las contradicciones y tensiones en las diferentes esferas (políticas e individuales, macro y micro). También es importante considerar las posiciones y tensiones entre los diferentes actores involucrados: los diseñadores de políticas de salud sexual para jóvenes, quienes implementan estas políticas (médicos y maestros) y los propios jóvenes.
Es crucial garantizar que la población cuente con información basada en evidencia que le permita tomar mejores decisiones acerca de su sexualidad y reproducción a lo largo de su vida. Desde edades tempranas, deben tener acceso a una educación integral en sexualidad que aborde las diferentes dimensiones del ser humano, la construcción social, las creencias, las prácticas, los comportamientos y las identidades, así como aspectos de género, derechos humanos, interculturalidad, reconocimiento y autonomía de las personas.
Cuando se imparte correctamente y se combina con el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva necesarios, la educación en salud capacita a los jóvenes para que tomen decisiones informadas sobre las relaciones y la sexualidad. Esto es fundamental en un mundo donde la violencia de género, la desigualdad de género, los embarazos precoces y no deseados, el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual siguen representando graves riesgos para su salud y bienestar. Además, ayuda a proteger a los niños contra abusos, enseñándoles a conocer su cuerpo.
Del mismo modo, la falta de una educación sexual y relacional de calidad, adecuada a la edad, puede aumentar la vulnerabilidad de los niños y jóvenes ante comportamientos sexuales nocivos y la explotación sexual.
A continuación, se enlistan los derechos extraídos de la definición integrada de derechos sexuales y reproductivos:
- Derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre nuestro cuerpo y nuestra sexualidad.
- Derecho a decidir de manera libre e informada sobre nuestra vida reproductiva.
- Derecho a contar con información y acceso a servicios de salud sexual.
- Derecho al acceso efectivo a una amplia gama de métodos anticonceptivos modernos.
- Derecho a la igualdad de participación entre mujeres y hombres en la práctica de la salud sexual y reproductiva.
- Derecho a los servicios de salud pre y postnatales.
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Uno de los temas más complejos en el ámbito de la salud sexual y reproductiva es la eliminación del aborto inseguro, debido a los mitos, prejuicios y la falta de información que lo rodean. Al respecto, la OMS publicó en 2022 nuevas directrices sobre la atención del aborto, con el objetivo de proteger la salud de las mujeres y las niñas y prevenir los más de 25 millones de abortos inseguros que se producen cada año a nivel mundial.
La OMS estima que cada año, entre el 4,7% y el 13,2% de las muertes maternas se deben a un aborto inseguro. Se calcula que, en las regiones desarrolladas, se producen 30 defunciones por cada 100,000 abortos inseguros, mientras que esta cifra aumenta a 220 defunciones por cada 100,000 abortos inseguros en las regiones en desarrollo.
La OMS mantiene una base de datos en línea de políticas mundiales sobre el aborto, que contiene información exhaustiva sobre leyes, políticas, criterios y directrices procedentes de todos los países. Para saber más, se puede consultar en la siguiente liga:
https://abortion-policies.srhr.orgz/
Referencias:
- Consejo Nacional de Población. (2022). Diferencias entre salud sexual y salud reproductiva. Recuperado el 27 de agosto de 2024, de
https://www.gob.mx/conapo/documentos/diferencias-entre-salud-sexual-y-salud-reproductiva?idiom=es - Instituto Nacional de Salud Pública (2023). 04 de septiembre, “Día Mundial de la Salud Sexual y Reproductiva”. Recuperado el 27 de agosto de 2024, de
https://www.insp.mx/avisos/04-de-septiembre-dia-mundial-de-la-salud-sexual-y-reproductiva#sup5 - Organización Mundial de la Salud y Organización Panamericana de la Salud (s.f). Salud Sexual y Reproductiva. Recuperado el 27 de agosto de 2024, de
https://www.paho.org/es/temas/salud-sexual-reproductiva - Juárez, Fátima, & Gayet, Cecilia. (2005). Salud sexual y reproductiva de los adolescentes en México: un nuevo marco de análisis para la evaluación y diseño de políticas. Papeles de población, 11(45), 177-219. Recuperado en 28 de agosto de 2024, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252005000300008&lng=es&tlng=es
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