Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica
Por: Subdirección de Educación Continua del Área de la Salud
La leucemia mieloide crónica (LMC) también se conoce como leucemia mielógena crónica. Esta leucemia es un tipo de cáncer que se origina en determinadas células productoras de sangre de la médula ósea.
En la LMC se produce un cambio genético en una versión temprana (inmadura) de células mieloides (las células que producen glóbulos rojos, plaquetas y la mayoría de los tipos de glóbulos blancos, excepto linfocitos). Este cambio forma un gen anormal llamado BCR-ABL, que convierte la célula en una célula LMC. Las células leucémicas crecen y se dividen, se acumulan en la médula ósea y se extienden a la sangre. Durante este tiempo, las células también pueden invadir otras partes del cuerpo, incluyendo el bazo. La LMC es una leucemia cuyo crecimiento es relativamente lento, pero puede transformarse en una leucemia aguda de crecimiento rápido que es difícil de tratar.
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La LMC ocurre principalmente en adultos, aunque rara vez ocurre en niños también. En general, los niños reciben el mismo tratamiento que los adultos.
Los únicos factores de riesgo para la leucemia mieloide crónica (LMC) son:
- Exposición a la radiación: la exposición a altas dosis de radiación (tales como ser un sobreviviente de la explosión de una bomba atómica o de un accidente de reactor nuclear) aumenta el riesgo de LMC.
- Edad: el riesgo de padecer LMC aumenta con la edad.
- Incidencia según el sexo: esta enfermedad es ligeramente más común en hombres que en mujeres, pero no se sabe por qué.
Dentro de la evolución de la LMC se presentan tres estadios característicos:
Fase crónica: que tiene una duración variable, con una media entre cuatro y seis años y que se caracteriza por una sobreproducción de células mieloides inmaduras y granulocitos maduros. Cursa de una manera asintomática con aumento en el recuento de leucocitos y plaquetas y un conteo de células blásticas menores al 10%. Estas características hacen que no sea fácil diferenciarla clínica y hematológicamente de una leucemia aguda. En su presentación clínica se encontrará que los pacientes pueden presentar fatiga y palidez, consultarán comúnmente por distensión abdominal o sensación de masa -que podría estar explicada por la esplenomegalia y en algunos casos por hepatomegalia-, fiebre, sudoración nocturna y pérdida de peso sin causa aparente.
Fase acelerada: no todos los pacientes la presentarán, pues pueden pasar de una fase crónica a una fase blástica, viéndose en cada dos de tres pacientes. Se presentará con una duración de 18 meses, aunque puede tener en algunos casos una rápida progresión hacia la fase blástica de solo seis meses. Esta fase acelerada presenta una menor respuesta al tratamiento y sus características son una mayor esplenomegalia, leucocitosis que no responde al tratamiento, incremento de los blastos del 10 al 30% en sangre periférica y médula ósea, un incremento de los basófilos del 20% en sangre periférica o trombocitopenia no explicada por el uso de inhibidores de la tirosin kinasa (menor a 100 000 mm3) y evolución clonal. Si un paciente presenta una o más de las características mencionadas se considerará en fase acelerada. Los pacientes pueden presentar fatiga, infecciones, lesiones equimóticas o sangrado.
Fase blástica: que tiene una sobrevida de dos a cuatro meses, tiene un curso fatal y presenta un 30% o más de células blásticas en médula ósea. Estos pacientes son los más resistentes al tratamiento y la fase blástica puede presentarse como una enfermedad mieloide o linfoide. El paciente puede presentar fiebre, diaforesis, dolor, pérdida de peso y aumento en el tamaño de los nódulos linfáticos, hígado o bazo. Cerca del 85% de los pacientes con LMC se encontrarán en fase crónica al momento de ser diagnosticados, que es una fase inicial, estable y benigna.
Tanto la fase acelerada, como la fase blástica son consideradas fases avanzadas, y el 15% de los pacientes con LMC en el momento de ser diagnosticados se encontrarán en una de estas fases.
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Aspectos generales de las opciones de tratamiento
- Hay diferentes tipos de tratamiento para pacientes con leucemia mielógena crónica:
- Terapia dirigida.
- Quimioterapia.
- Inmunoterapia.
- Dosis altas de quimioterapia con trasplante de células madre.
- Infusión de linfocitos de un donante.
- Cirugía.
- Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
- A veces el tratamiento para la leucemia mielógena crónica causa efectos secundarios.
- Los pacientes podrían considerar la participación en un ensayo clínico.
- Los pacientes pueden ingresar en los ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento para el cáncer.
- A veces se necesitan pruebas de seguimiento.
Referencias:
- Sociedad Americana de Cáncer (2018). ¿Qué es la leucemia mieloide crónica? Recuperado el 09 de septiembre de 2024, de
https://www.cancer.org/es/cancer/tipos/leucemia-mieloide-cronica/acerca/que-es-leucemia-mieloide-cronica.html - Morales, Catalina, Torres Cárdenas, Víctor, Valencia Z, Juan Esteban, Ribón, Gabriel, & Manrique H, Rubén Darío. (2010). Leucemia mieloide crónica: diagnóstico y tratamiento. CES Medicina, 24(1), 97-108. Recuperado el 10 de septiembre de 2024, de
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