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Día Mundial del Cáncer de Tiroides

Por: Subdirección de Educación Continua del Área de la Salud

El cáncer de tiroides es un tipo de cáncer que se origina en la glándula tiroides. Se desarrolla cuando las células comienzan a crecer sin control. La glándula tiroides produce hormonas que ayudan a regular el metabolismo, la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura corporal.

La glándula tiroides está ubicada en la parte frontal del cuello, debajo del cartílago tiroideo (la manzana de Adán). En la mayoría de las personas no se puede ver ni palpar. Esta glándula, en forma de mariposa, tiene dos lóbulos: el lóbulo derecho y el lóbulo izquierdo, los cuales están unidos por una porción estrecha de la glándula llamada istmo.

El cáncer de tiroides es relativamente poco común en comparación con otros tipos de cáncer. Sin embargo, suele ser muy tratable y, a menudo, se cura con cirugía y, si es necesario, con yodo radiactivo. Incluso cuando el cáncer está más avanzado, existen tratamientos eficaces para las formas más comunes de esta enfermedad.

Fuente: Freepik

Existen diferentes tipos de cáncer de tiroides, siendo los más comunes:

  • Carcinoma papilar: El más frecuente, presente en cerca del 80% de los casos.
  • Carcinoma folicular: Representa aproximadamente el 10-15% de los casos.
  • Carcinoma medular: Menos común y puede estar asociado a síndromes genéticos.
  • Carcinoma anaplásico: El tipo más agresivo y raro.

En general, este tipo de cáncer tiene un pronóstico favorable si se detecta a tiempo, con altas tasas de supervivencia en la mayoría de los casos.

Factores de riesgo

Aunque las causas exactas del cáncer de tiroides no siempre son claras, existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad:

  • Exposición a radiación: Tratamientos de radioterapia en el cuello o cabeza durante la infancia.
  • Predisposición genética: Historia familiar de cáncer de tiroides o enfermedades tiroideas.
  • Edad y género: Las mujeres y las personas mayores de 40 años tienen mayor riesgo.
  • Deficiencia de yodo: En áreas donde la dieta es baja en yodo, el riesgo de padecer cáncer de tiroides puede aumentar.

Síntomas y señales de alerta

El cáncer de tiroides a menudo no presenta síntomas en sus primeras etapas. Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, pueden aparecer señales como:

  • Bulto en el cuello: Un nódulo o protuberancia que crece y puede volverse visible.
  • Cambios en la voz: Ronquera persistente o cambios en el tono de voz.
  • Dificultad para tragar o respirar.
  • Dolor en la garganta o el cuello.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante acudir al médico para una evaluación completa.

Fuente: Freepik

Detección y tratamiento

El diagnóstico temprano es clave para tratar el cáncer de tiroides con éxito. Para detectar la enfermedad, los médicos pueden realizar una combinación de pruebas, como:

  • Ecografía tiroidea: Para identificar nódulos o masas en la tiroides.
  • Biopsia con aguja fina: Para determinar si el nódulo contiene células cancerosas.
  • Pruebas hormonales y de función tiroidea.

El tratamiento depende del tipo y la etapa del cáncer, e incluye cirugía para extirpar la tiroides (tiroidectomía), terapia con yodo radiactivo, radioterapia y, en algunos casos, tratamiento con fármacos dirigidos.

Referencias:

Fuente: Freepik