Hablar en público ¿miedo escénico?
Por: CIAC
¿Cuántas veces no hemos sentido pánico o estrés cuando el profesor nos dice que nos toca exponer un tema en la siguiente clase? Además de la ansiedad que genera el preparar los contenidos, lo que más nos asusta es pararnos frente al grupo y hablar de algún tema o concepto en específico.
Y cuando llega el momento, no solamente parece que se nos pone la mente en blanco, sino que también comienzan a sudarnos las manos, nuestra voz parece temblorosa y lo que habíamos preparado con tanta dedicación se nos va de las manos y terminamos leyendo las diapositivas o explicando menos de la mitad de contenidos que teníamos programados.
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Más del 80 por ciento de la población reconoce tener pánico a hablar ante grandes auditorios; sin embargo, hablar en público no debe ser una experiencia aterradora, pues se trata de compartir nuestro conocimiento y opiniones con los demás, además nos ayuda a adquirir mejores técnicas para buscar y detectar cuáles son nuestros puntos fuertes y explotarlos al máximo para vencer y enfrentar este temor.
Pero, ¿quién no ha experimentado alguna vez esta sensación? Pareciera que escuchamos a ciertas personas tan seguras de sí mismas que no imaginamos que también, en su momento, vivieron estos momentos de ansiedad y de nerviosismo.
Por eso, es importante tomar en cuenta algunos consejos para aprender a hablar y a desenvolvernos en público, entre ellos está el demostrar naturalidad y siempre ser uno mismo, sin tratar de adoptar otros roles que no nos corresponden. También es importante saber a quién te diriges para lograr captar su atención y que no se aburra con facilidad. Explicar las cosas de forma ordenada y clara ayuda a que la audiencia se sienta identificada e interesada.
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Siempre busca frases que llamen la atención del público, frases célebres que enganchen a los oyentes y que transmitan una actitud positiva y relajada. Ya sabemos que esto se lee y se dice fácil, pero llevarlo a la práctica puede convertirse en un verdadero dilema.
Otro punto importante a tomar en cuenta es preparar la presentación, trabajar el material de la mejor manera posible, documentando siempre fuentes de información confiables y utilizando herramientas digitales, así como aplicaciones que hagan más interactiva y fluida la exposición. En la actualidad están al alcance de todos.
Cada persona vive este momento de manera muy particular, pero lo importante es buscar los elementos necesarios que nos permitan hacerlo más fácil para que no se convierta en un episodio de miedo, de estrés y de angustia. Preparar la presentación con tiempo y ensayar ayuda mucho a detectar nuestros puntos débiles y trabajar en ellos.
Lo importante es poner manos a la obra y no desfallecer en el intento.
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