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El poder del microbioma: una relación íntima e invisible 27 de junio – Día mundial del Microbioma

Por: Auxiliar de Subdirección de Investigación del Área de la Salud

A lo largo del tiempo, el hombre ha estado rodeado de infinidad de especies con las que ha establecido lazos de convivencia, aprendiendo a formar interacciones ecológicas. En este entorno no solo encontramos organismos complejos como animales o plantas, también estamos rodeados de organismos pequeños, diminutos, imperceptibles a simple vista, llamados “microorganismos”.

Estos microorganismos habitan en el ambiente, distribuyéndose de forma ubicua por todo el planeta. Colonizando sitios inimaginables gracias a su versatilidad y capacidad de adaptación. Se clasifican de forma general en bacterias, hongos, protozoarios y virus (éstos últimos no son entes vivientes, pero se consideran dentro de esta clasificación).

Fuente: Freepik

Desde siempre, su relación con el ser humano ha sido de antagonismo ya que se les ha relacionado con enfermedades. Sin embargo, hoy en día se sabe que el 90% de células que residen en nuestro cuerpo corresponden a microorganismos (principalmente bacterias), los cuáles conviven en sana armonía en un estado de complemento llamado “microbiota”.

La microbiota se adquiere al momento del nacimiento y su composición dependerá de la vía por la que se lleve a cabo el parto, es decir, por el canal vaginal o cesárea. Desde entonces, el cuerpo humano establece consorcios de microorganismos en distintas partes como: el tracto gastrointestinal, genitourinario y respiratorio, así como boca, nariz, faringe y piel. Está documentado que la microbiota continúa modificándose y madurando con el paso de los años, del ambiente, de la dieta, de los hábitos, entre muchas otras cosas.

Al conjunto de esta microbiota, que alberga más de 1000 especies bacterianas distintas, a sus genes, metabolitos y a la función que cumplen dentro de nuestro organismo, se les denomina “microbioma”, término acuñado por el biólogo Joshua Lederberg en 2001.

Posteriormente, al comenzar a determinar la asociación de todos estos elementos, conocer las interacciones entre los seres humanos y sus microbiotas con relación a la salud, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) toma la iniciativa de crear en 2008 el proyecto del Microbioma Humano (del inglés Human Microbiome Project).

Composición del microbioma bacteriano en el organismo humano
Abundancia Filotipo Género (ejemplos)
90% Firmicutes Lactobacillus, Ruminococcaceae, Lachnospiraceae, Clostridium
10% Proteobacterias, Actinobacterias, entre otras… Bifidobacterium

Gracias a ello y a todas las investigaciones que se realizan en este entorno, en la actualidad, se considera al microbioma intestinal como un órgano endócrino ya que puede regular múltiples funciones metabólicas como el metabolismo energético a través de la energía obtenida de la dieta, la regulación del almacenamiento de la grasa corporal, la regulación de la lipogénesis, o n la regulación de la oxidación de los ácidos grasos, sintetiza la vitamina K y varios componentes de la vitamina B.

Fuente: Freepik

Por otra parte, se ha asociado al desarrollo de enfermedades como: sobrepeso, obesidad, disbiosis, enfermedad celíaca, carcinoma colorrectal, diabetes mellitus tipo 2, síndrome del intestino irritable, enfermedades hepáticas crónicas, enfermedades del hígado graso no alcohólico, trastornos pancreáticos, aterosclerosis, enfermedades inflamatorias de la piel como la psoriasis y la dermatitis atópica, artritis autoinmune.

Como se ha descrito, el microbioma merece especial atención ya que su estudio puede tener influencia en la esperanza de vida, incrementado la longevidad, previniendo enfermedades, entre otras cosas, por lo que a partir del 2018 se ha instaurado el 27 de junio como el “Día Mundial del Microbioma” por iniciativa del APC Microbiome Ireland, un instituto de investigación del University College Cork en Irlanda.

Referencias:

  • de Vos, WM., Tilg, H., Van Hul, M., & Cani, PD. (2022) Gut microbiome and health: mechanistic insightsGut71:1020-1032.
  • Moreno del Castillo, MC., Valladares-García, J., & Halabe-Cherem, J. (2018). Microbioma humano. Revista de la Facultad de Medicina (México), 61(6), 7-19. Link
  • Rastelli, M., Cani, PD., & Knauf, C. (2019) The Gut Microbiome Influences Host Endocrine Functions, Endocrine Reviews, Volume 40, Issue 5, Pages 1271–1284, Link
  • Sebastián-Domingo, JJ., & Sánchez-Sánchez, C. (2018). De la flora intestinal al microbioma. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 110(1), 51-56. Link
  • Singh, RK., Chang, HW., Yan, D., Lee, KM., Uckmak, D., Wong, K., Abrouk, M., Farahnik, B., Nakamura, M., Zhu, TH., Bhutani, T. & Liao, W. (2017) Influence of diet on the gut microbiome and implications for human health. J Transl Med 15, 73. Link
  • Zwart, H. (2022). “Love is a microbe too”: Microbiome dialectics. Endeavour, 46(1-2). Link

Blog en colaboración con: D.C. Jeni Bolaños Rebolledo

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