El arte como respuesta creativa al estrés y los problemas de aprendizaje
Autor: UNICLA
Incorporar en tu rutina diaria la lectura recreativa, la escritura y el ejercicio del arte plástico, será de mucha utilidad para mantenerte motivado, inspirado, tranquilo y tener un mayor flujo de ideas.
De acuerdo con la taxonomía de Bloom revisada por Anderson, (Iowa State University, 2019), crear es un proceso complejo que requiere habilidades de pensamiento de orden superior. En ese sentido, desarrollar nuestra creatividad artística nos puede ayudar a lidiar con la ansiedad, el estrés, mejorar nuestra concentración, redacción, habilidades de persuasión y asegurar un proceso de aprendizaje efectivo.
Fuente: Pinterest
El arte como herramienta psicopedagógica se enfoca más en el aspecto creativo y emocional que en el estético, así que no te preocupes si no te consideras un experto en la materia. Estas son algunas técnicas que puedes implementar en tu día a día para mejorar tu desarrollo personal, sobrellevar un momento de tensión o aclarar tus ideas:
Traza líneas y después círculos
Si lo que sucede a tu alrededor te enfada, libera tu agresividad por medio de líneas que reflejen la rigidez y la dureza de tu estado, hasta terminar en círculos suaves y relajantes.
Pinta con los dedos, las manos o los pies
La dactilopintura consiste en pintar con el cuerpo, sin utilizar ningún tipo de herramienta como pinceles o esponjas; te ayudará a expresarte cognitiva y emocionalmente, controlar tu corporalidad y liberar tu creatividad.
Fuente: Josunene
Dibuja a ciegas
Este es un ejercicio de relajación que puedes realizar en silencio, al aire libre o con música de fondo, la idea es que dejes volar tu imaginación y dibujes lo que venga a tu mente. Al tener bloqueada la vista, podrás concentrarte en los demás sentidos, desconectándote de las situaciones que te provocan estrés o sentimientos negativos.
Escribe un poema o un cuento corto y léelo en voz alta
No estás tratando de ganar el Nobel de literatura, lo único que debes hacer es expresarte. Escribir ayuda a que las conexiones entre los hemisferios cerebrales se realicen con mayor eficacia, de esta manera se estimula el pensamiento abstracto, se favorece la resolución de problemas y, si lo haces con regularidad, serás más capaz de hacerle frente al estrés. Aprenderás a observar y analizar tu estado interno pero también lo que sucede en el exterior, teniendo una perspectiva más amplia del mundo que te rodea.
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